Torso del guerrero
Fragmento de escultura que pertenece al torso de un guerrero ibérico. Era uno más de los bloques calizos con los que se construyó un muro de época posterior, de finales del siglo II y principios del siglo I a.C., por lo que en el pecho se observan abundantes marcas de cincel en el proceso de su encastrado. Existen otras roturas intencionadas en el cuello, brazos y cintura, más antiguas y relacionadas con el fenómeno de la iconoclastia que se da a finales del siglo V a JC, momento en el que se destruyen los monumentos funerarios de la aristocracia militar ibérica regente. Talla probablemente perteneciente a la tumba notable de un guerrero. La vasta extensión de terraza fluvial donde se halló, fue ocupada por una importante necrópolis desde finales del siglo VI antes de nuestra Era, perdurando hasta bien entrado el siglo I a JC como espacio sagrado.
Presenta una intensa policromía en algunos tramos, puesta en relación con la escultura de la Grecia clásica, cuya muestra se centra en la zona posterior de la capa con el esbozo de una greca de color rojo.
La figura formaría parte de una escena de monomaquia, una lucha cuerpo a cuerpo entre dos guerreros, como otros testimonios de la cercana Ilici o de las necrópolis ibéricas de la provincia de Jaén.